Me gusta la expresión que los masones usan para nombrar a Dios

 

MIRADOR

Me gusta la expresión que los masones usan para nombrar a Dios: lo llaman "El Gran Arquitecto del Universo". Todas las cosas, en efecto, parecen estar sujetas a una sabia arquitectura que les da orden y belleza. La arquitectura, dijo Schelling, es música congelada. En la naturaleza hay una especie de armonía musical que se advierte en la sucesión de los días y las noches, de las estaciones del año, de la vida y de la muerte.

La primavera es el allegro de la armoniosa sinfonía. Esas voces de amor que son las flores; la verde nota de la hierba y de los nuevos brotes en el árbol; el restallido de la eterna vida que late en los seres y las cosas, todo es parte de aquella música de las esferas que intuyó el filósofo.

He abierto la ventana de mi estudio, y entra por ella la música del mundo, hecha de sol, de brisa, de mañana azul. En medio del sonido y la furia de lo humano, entre las ruinas que causa la maldad del hombre, las armonías puestas en el universo por aquel Gran Arquitecto nos hablan de un ordenado curso que todo lo lleva -y que nos lleva a todos- a cumplir nuestra vocación final: el bien.

                                                        Armando Fuentes Aguirre. 

 

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editorial

El abstencionismo será el protagonista en las elecciones federales intermedias de este año. Según las estimaciones más conservadoras difundidas hasta ahora sobre la renovación de la Cámara de Diputados, el rango estimado de abstención varía entre 60% y 75%, una tendencia poco alentadora para los partidos en contienda, por cuanto manifiesta un malestar creciente de la ciudadanía hacia los mismos, No es para menos, las elecciones internas de los candidatos a diputados son cupulares sin representatividad de los intereses de la población, Por ejemplo en el distrito VIII el PT-convergencia y PRD pretenden imponer como candidatos a personas con dudosa honestidad llámese Daniel Sánchez, Alfredo Kanter o Alvarado Villatoro (a estas alturas ya debió ser elegido por dedazo del sistema en el PRD como buenos trapecistas), el PVEM deja votada su alianza con el PRD en el ayuntamiento de Comitán para apoyar al hijo de papi Roberto albores del PRI, el PAN y demás chiquititero solo servirán para legitimar la elección constitucional con tufo a dedazo institucional, además hoy presenciamos una crisis de representación política, nuestra agrupación por ejemplo, denuncia por medio de esta revista lo que nuestros regidores de la comuna Comiteca deberían estar haciendo por todos nosotros.

Los politólogos, políticos de partidos y gobierno en sus tres niveles subestiman la magnitud de la crisis de la política y suponen que basta perfeccionar las campañas electorales o la imagen de los partidos para revertir las tendencias a la baja, cuestión que la propia realidad ha desmentido una y otra vez. Es decir, estas lecturas terminan haciendo apología de esa basura que es el "marketing político".

Por otro lado No puede decirse que la cultura política de los mexicanos es pobre y que por eso hay un elevado abstencionismo, cuando han sido los ciudadanos los que marcaron la diferencia en las urnas para que finalmente terminara pacíficamente el viejo régimen priísta y fuera sustituido por otro distinto en apariencia, Por ello, tampoco extraña que los electores no concurran ahora a las elecciones en la misma proporción que en 2000 o 2006, o incluso antes cuando la expectativa de cambio era un ingrediente adicional, pues la mayoría de los mexicanos nos sentimos defraudados o frustrados ante una expectativa de transformación que no se ha concretado. El abstencionismo constituye una expresión de creciente apatía o malestar social hacia la política institucional, lo cual nada tiene que ver con el grado de cultura democrática existente sino con el pésimo desempeño de las autoridades y la pobre oferta de los partidos.

Basta de menospreciar a los ciudadanos, tanto el voto como el no voto son hoy en la mayoría de los casos elecciones individuales absolutamente racionales y maduras. La elección de no votar, cuando es consciente, es también una elección legítima: tiene un significado que quiere proyectarse políticamente. Tampoco compartimos las interpretaciones que consideran que el desencanto de los ciudadanos más que con los partidos o con los políticos es con la propia democracia, pues han descubierto con pesar que ésta no resuelve sus problemas inmediatos. Nuevamente se etiqueta aquí a los electores y se presume que su apatía en las urnas nace más de la ignorancia y el desconocimiento de lo que es la democracia, pues la cargan de significados que no tiene, Esto no aplica; lo que la mayoría de los ciudadanos en México pretende de la democracia es que se aplique al interior de los partidos y que sus representantes una vez electos constitucionalmente los representen adecuadamente, llámese regidores, diputados locales o federales, quiere mejor leyes y que se cumplan, quiere vivir en un verdadero estado de derecho.

¡Ni más ni menos!